Espacios rotos y abiertos
En aros de fuego ojos que juzgan
Desde el cielo bajan las sombras andantes
Una viuda reinante vestida en lagrimas y recuerdos
Sonrisas muertas colgando de estrellas
Debajo viven aquellos que ríen
La noche, buena madre, nunca abandona
En laberintos de espinas se ven personas que ya no son
Espejos en el aire mostrando almas a los ciegos
Amores perdidos en aguas puras que corren alimentando a los enfermos
Valientes esqueletos enfrentando demonios en rincones bañados en oro
Danzando en palacio de marfil se encuentran refugiados de una guerra invisible
Un juego de ajedrez que espera su final...
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