Recuerdo haber sido jóven,
mas no recuerdo haberte conocido
no eres callada, eso lo sé, ya te había visto,
dicen que tus silencios paralizan el corazón
y tus miradas envenenan el alma.
Recuerdo ahora que tan ruidosa eras,
de vez en cuando venías de sorpresa
a sacar todo de balance trayendo contigo tanto dolor y desesperación, tanto enojo y desolación.
Recuerdo ver tus pasos marcados con fuego
sobre mi piel, dejaste rastros de amargura
por todos los lugares por los que transitaste
con tu perfume de rosas barato y dulce.
Recuerdo que nadie se atrevía a mirarte
a los ojos, todos con miedo de que al hacerlo
se encontrarían con el mismo diablo de pestañas
rizadas y labios rojos que sabían a muerte.
Recuerdo los encuentros, mas no recuerdo tus palabras.
Recuerdo tu nombre, mas no recuerdo tu rostro.
Recuerdo odiarte, mas no recuerdo por qué.
Recuerdo amarte, mas no recuerdo si tú a mi también.
Recuerdo haber sido jóven,
mas no recuerdo haberte temido,
tus unicas palabras reales a mi me las dijiste,
dicen que eres la misma y que la vida no te cambió,
que aun te proclamas vencedora de dioses y demonios,
dueña de cielos e infiernos,
dicen que sigues siendo la misma, mas yo ya contigo no puedo andar,
oh juventud, como te extraño.