jueves, 19 de noviembre de 2009

Ensayo

Hace poco entré a un concurso de ensayos en mi escuela, gane 2do lugar y, pues, he aquí dicho ensayo:

Visión de la naturaleza del hombre y crítica social de Taylor Caldwell en Testimonio de dos hombres                                                                                                                por Ares

Taylor Caldwell tiene una habilidad innata para crear una historia que envuelve al lector desde el primer momento, haciéndolo sentirse interesado en los personajes e intrigado por el porvenir de los mismos y como se desarrollara todo lo que envuelve la trama.

Y su habilidosa forma de escribir es el marco perfecto para demostrar sus ideas sobre las personas y de cómo actuamos en sociedad, sus sentimientos con respecto a lo que consideramos que es correcto e incorrecto son palpables en cada palabra y cada frase que como una verdadera maestra de la redacción hace flotar y que pasen como el agua entre los dedos por la mente del lector y cada oración resuena en el interior haciéndolo a uno no comprender la historia, sino sentirla.

Para Caldwell no parece haber una persona que sea autentica, se nos presentan como usando una mascara detrás de la que ocultan su verdadera identidad, la cual no revelan hasta que han llegado al punto decisivo de su farsa personal o cuando alguien quita el velo que cubre su persona.

Caldwell parece tener cierta fascinación por la hipocresía de la gente y las mascaras que usamos a diario para ocultar nuestra verdadera naturaleza y hacer ver a la sociedad que con una sonrisa pasamos la vida como una agradable brisa llena de virtud y reprendiendo siempre lo incorrecto e impuro. Pues Caldwell nos lleva al interior de cada personaje y nos muestra lo que hay en el interior. Nos da la oportunidad de ver que es lo que hay detrás de las falsedades, nos enseña la horrible cara de la verdadera naturaleza humana cuando la mascara se cae y solo tenemos un montón de mentiras que creemos entretejer para convertir en una verdad, pero es simplemente imposible, se nos ha expuesto.

Claros ejemplos de esta idea de que nadie es lo que aparenta son los hermanos Ferrier, quienes protagonizan la historia, siendo ambos tan distintos como la noche y la mañana, se nos presenta a Harald que parece ser la epitome de la decencia y las buenas costumbres, un hombre amable, risueño y de corazón bondadoso que en realidad, conforme las página vuelan, vemos que es un controlador que abusa de los demás, manipulando a todos, tratando de hacer y deshacer la vida de los demás, empieza a distorsionar las ideas de la gente a diestra y siniestra, tratando de llevar a cabo sus erróneas ideologías y como todos están cegados por la mascara que tan hábilmente ha sabido usar, no ven lo que hay mas allá de la gran sonrisa de aperlados dientes, no saben distinguir al lobo con piel de oveja que se oculta entre el rebaño esperando morder y derramar sangre por diversión, y es que Harald demuestra tener cierto grado de psicosis, es un hombre peligroso que trata a todos de manera amable para salirse con la suya.

Y después tenemos a Jonathan Ferrier, el hermano de Harald, que al contrario del primero parece ser un hombre grosero y maleducado que dice las cosas sin muchos miramientos y que sin más es considerado por todos como un hombre demente y fuera de los ritos de la sociedad, un verdadero inadaptado que por dentro es una persona buena, que de verdad conoce el valor de la vida, el valor del amor y el de la honestidad, es un hombre virtuoso que a veces falla en verse tal y como es, el mismo. No se conforma con lo que la sociedad le indica que es lo correcto, el va contra corriente, con convicción, arrojo y pasión.

Pero no siempre todo fue así, hubo un tiempo en el que Jon era aceptado por la sociedad, por que lo veían como un héroe local, un ídolo, el mejor medico jamás nacido, una verdadera estrella de rock, figurativamente hablando. Pero aquí Caldwell nos sorprende una vez más con su aguda visión que logra ver más allá de lo que es obvio y trasciende la devoción y el cariño que le tiene el pueblo a Jon, por que Caldwell nos enseña como por azares del destino Jon se ve inmiscuido en un escándalo al morir su esposa y que un rumor destruye su reputación. Y es ahí donde Caldwell nos da dos importantes ejemplos de su visión de la sociedad.

La primera siendo que a las personas les encanta difamar a los demás y el rumor y el cotilleo son perfectos para eso, a la gente le gusta criticar por que les hace sentir importantes, como si lo que dijeran fuera trascendental, les gusta como ver que las palabras pueden hacer como espadas invisible que destruyen a una persona hasta dejarla hecha trizas, y es que ¿quién no disfruta de poder? Y es exactamente poder lo que nos da el hecho de criticar a alguien, nos da poder sobre la visión que tienen los demás de esa persona, no pensamos que las palabras hieren tanto como los golpes, pero es muy fácil dejarse llevar y permitir a la lengua escupir veneno preciso y mortífero para dañar a alguien más, por que así es como nos hemos acostumbrado a hacerle daño a alguien que no nos cae del todo bien, que nos molesta, a quien le tenemos envidia o sólo Dios sabe que más, por que así podemos dañar de manera anónima por que una vez que mil voces dicen lo mismo quien va a notar nuestra voz que se pierde entre lo que criticamos como las malas lenguas sin darnos cuenta que nosotros somos parte fundamental de el crecimiento de la difamación.

El segundo es que a nosotros, como sociedad nos causa una tremenda satisfacción levantar a alguien como nuestro héroe, como un ídolo, nos causa placer poner a alguien en un pedestal y ponerlo lo más alto posible solo para después empujarlo y verlo caer y regodearnos de cómo han caído los poderosos, por que una vez más nos hace sentir el electrizante sentimiento de tener poder, de ser los que estamos en control del destino de los demás, ellos pueden ser los ídolos, pero llegaron ahí gracias a nosotros y si nosotros los creamos, es sólo justo que lo destruyamos y es que a veces la sociedad llega a semejar un buitre que llega a picotear la herida en carne viva del ídolo caído que todavía no muere, por que nos gusta ver como hemos, como un todo logrado un cometido.

Pero no todo es perdición y lamentación en el mundo de Caldwell, ella era una mujer inteligente y sabía que si existían tales aspectos de la sociedad, deberían existir aquellos aspectos que contrarrestaran los anteriores y que fueran contrarios a estos, por que donde hay oscuridad debe de haber luz y donde hay blanco existe el negro y el espectro nos da un rango de posibilidades bastante amplias cuando hablamos de el ser humano. Y la escritora nos ejemplifica eso al mostrarnos personajes como Marjorie, Jenny y Robert, quienes aunque no lo demuestran a cada segundo son personas de buenas intenciones que buscan el bienestar de los demás y que tratan de verla luz en cada persona que conocen, tratando de ignorar las sombras que se arrastran detrás de las mascaras tan bien afianzadas.

Y es por eso que Caldwell lleva a los personajes que son de esta manera por un viaje en el que se ven obligados a ver la maldad en los demás y es que todos somos hechos de ambas luz y oscuridad, somos una gama de claroscuros, y es cierto que deberíamos buscar llegar a la luz pero la verdad es que de cierta manera la sociedad es un sistema pervertido en el que se nos indica ir por un camino mientras, al mismo tiempo se nos dice que es obligatorio desviarnos por otro camino, ya que nada puede cien por ciento bueno, incluso se puede llegar a considerar que la virtud es inexistente.

Pero para Caldwell la virtud si existe, solo que no la dicta la sociedad, sino que ya esta implícita dentro de la misma naturaleza del hombre, por que la misma naturaleza que nos lleva a cometer acciones terribles, en las que no tenemos en cuenta a los demás, en los que sólo nuestra gratificación cuenta, también nos lleva a cometer actos de bondad extrema, donde no buscamos nada a cambio y nos llena de paz y felicidad ayudar a nuestro hermano en desgracia. Pero he aquí el problema, se nos olvida tratar de dejarnos llevar por el segundo tipo de instinto natural en el hombre, nos dejamos llevar por nuestro sentido más salvaje en el que no somos nada diferentes de cualquier animal o fiera que deambula en la oscuridad esperando el momento perfecto para atacar.

Y es que Caldwell nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones, y también a tratar de no quedarnos con lo que se nos da como hecho, debemos buscar más, debemos  expandir los horizontes de nuestra mente, las líneas que nosotros mismos hemos dibujado hay que borrarlas y dejar que la libertad llegue como un cubetazo de agua fresca, como si la vida se nos inyectara de golpe, debemos encontrar la virtud dentro de nosotros mismos, la virtud no va a estar fuera esperándonos, ni nos va a caer del cielo, las cosas hay que ganarlas, hay que merecerlas, hay que buscarlas, hay que buscar nuestro propio mejoramiento como seres humanos.

También, la escritora se da el tiempo, en la trama de la novela mostrarnos lo malagradecidas que las personas pueden llegar a ser, poniéndonos de ejemplo a Jon, quien se desvivió por todos en su ciudad, tratando de mejorar las vidas de todos y tratando, dentro de sus posibilidades, convertirse en un pilar de la sociedad de Hambledon y que todos en el lugar se sintieran como una gran familia, pero, por supuesto, lo primero que hacen los pobladores, en cuanto Jon tiene un problema le dan la espalda, Caldwell acentúa la ofensa en estos casos, haciendo que todos los personajes que rodean a los principales, haciendo juicios sobre el, desde la forma en como viste de manera inadecuada para la época, hasta sus métodos nuevos y revolucionarios en medicina, y es absolutamente obvio para el lector que Jon tiene la razón pero aun así la sociedad le sigue diciendo que está equivocado.

Y es que hay que tomar en cuenta siempre las leyes que como sociedad tenemos, pero es importante no basar en ellas nuestra existencia entera, por que no por que la mayoría de las personas digan algo lo hace correcto, nuestra sociedad cambia constantemente y eso no quiere decir que este mal o bien, es un cambio, todo debe cambiar, nada se queda estático, el que no esta listo para cambiar, avanzar y evolucionar debe prepararse para perecer.

Taylor Caldwell parece estar en una cruzada contra las ideas convencionales, pero no por que le parezcan equivocadas, sino por que ella entiende que el cambio es necesario y sano, siempre y cuando se conserven las bases que hacen que nuestra sociedad no colapse sobre su vicioso peso, y esas bases son los valores con los que construimos la verdaderas fundaciones de lo que es rescatable en la sociedad, los valores son universales y no deben perderse, así aseguramos que  tendremos un camino para encontrar la verdadera virtud, y no la falsa virtud que podrá parecer atractiva y llena de reconocimiento de las demás personas, pero sigue siendo falsa y sin un sentido real, no tiene profundidad, es como un lago que parece tener muchos metros de la superficie al fondo pero en realidad es sólo superficial, termina siendo un simple charco, sin importar que tan grande e intimidante parezca.

No se trata de revelarse contra el sistema simplemente por hacerlo, no se trata de tratar de ser un guerrillero sin bandera, ni un rebelde sin causa, todo esto es sobre lo que uno como persona, se considera que es, es cuestionar las mismas fundaciones de la vida, por que criticar no es algo maligno, es natural, pero para poder criticar algo necesitamos tener una percepción verdadera de lo que nos rodea, ser concientes y tener un poder de discernimiento, necesitamos una habilidad para tener pensamientos abstractos, debemos analizar las reglas, no para pelear contra ellas sin razón, sino para estar de acuerdo con ellas si están dentro del rango de lo correcto y de discutir si nos parecen injustas, queremos hacer avanzar nuestra sociedad y esta es la manera, siendo inteligentes y preocupándonos por nuestro futuro, pero también nuestro presente, sin olvidar el pasado.

Por que el que olvida la historia esta condenado a repetirla y si algo nos ha enseñado la historia es que nada es eterno, todo tiene un principio y un fin, depende de nosotros hacer de nuestro tiempo en la tierra un tiempo que sea trascendental y que nuestra voz sea escuchada dentro del barullo en el que se ha convertido el mundo.

Debemos luchar por la razón y exterminar la ignorancia, ir contra la conformidad, debemos tratar de revolucionar, no solo el mundo sino la manera de pensar de éste, por que lo que queremos es evolución, crecimiento real y eficaz, y el primer paso para lograr un verdadero cambio en la sociedad empieza por el individuo por que al final del día la sociedad la hacemos todos nosotros.

Caldwell tiene una idea muy peculiar respecto a la honestidad, y es que para ella, nuestra sociedad esta tan acostumbrada y ha aceptado de tal forma a la falsedad, a las apariencias y la hipocresía que la honestidad no parece tener un lugar en todo el embrollo en que hemos transformado nuestro pequeño experimento social.

Es por eso que una persona verdaderamente honesta como Jon lo es en la novela, es percibido como abrasivo, majadero e irrespetuoso, por que una vez que tus oídos se han acostumbrado a oír las mentiras, se han quedado sordos ante una voz honesta y una vez que los ojos han sido cegados por la belleza de las mascaras que usamos, son ciegos a la cara de la verdad, y la persona honesta se puede pasar la vida tratando de llamar la atención de los ciegos y sordos, con grandes señas y gritando, pero ya será demasiado tarde y será ignorada.

Y honesto no es aquel que dice las cosas como son y ya, sino aquel que da un respiro para poder apreciar la vida, por que es en la vida donde se encuentra la verdad y la razón, nuestra inteligencia es un regalo divino que debemos apreciar y cuidar, debemos cultivarlo y no dejarlo secarse como una flor que por vieja se le olvida y se vuelve polvo que arrastra el viento.

La razón es por lo que hemos venido a este mundo, es lo que venimos a buscar, es lo que con tantas ansias queremos tener, y por que la razón es la expresión de la verdad.

Y es que ¿de qué vale que la razón exista si nos volvemos inmunes ante su fuerza, si nos volvemos criaturas sin rumbo que prefieren seguir al que esta equivocado en lugar de salir a buscar la verdad y encontrar la virtud?

Hay algo en lo que señala la autora de Testimonio de dos hombres que llama mucho mi atención, y es el hecho de cuestionar si lo que conocemos como verdad, es en sí verdad, es que ¿acaso nos tomamos el tiempo  para analizar lo que damos por sentado que es verdad?

La respuesta, por supuesto, es no, pero aun así nos damos el lujo de decir que nosotros tenemos la razón, cuando en realidad, todos somos unos mentirosos, por que si no conoces lo que llamas verdad, estas mintiéndole al mundo y engañándote a ti mismo.

Y es el valor a enfrentarnos contra nosotros mismos lo que se necesita para ir más allá de las meras ideas, es nuestro valor para cuestionarnos lo que nos hace llegar a los grandes descubrimientos y las grandes hazañas, es encontrar eso que nos hace unos mentirosos y transformarlo en verdad, es cometer un acto de autocrítica lo que nos ayuda a crecer y ser mejores personas.

Caldwell cree que es posible ser mejores, tiene la concepción de que somos perfectibles, por que es el hecho de cometer errores lo que nos hace humanos de verdad, por que el ser humano debe tener falibilidad, por que sin espacio para crecer y evolucionar nos quedaríamos estancados en lo mismo y no habría oportunidad de ser mejores, de darnos la oportunidad de cambiar para bien, para mejorar.

Así que según la ideas que vamos siguiendo hasta el momento todo se trata sobre nosotros mejorar para mejorar el mundo, y es que de verdad no hay otra manera de acabar con lo que tanto odiamos en nuestras vidas que primero borrando todo eso de nosotros mismos, por que el que predica debe hacerlo con el ejemplo, todos queremos tener la oportunidad de ser mejores y es por eso que se nos da la oportunidad de serlo, solo se tiene que ser valiente para dar el primer paso, y después se nos guiará hacía el conocimiento, la razón, la verdad y la luz.